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Sin perdón: se robaron la cruz de la Parroquia de la Asunción de la Santísima Virgen
viernes 03 de mayo de 2024
La comunidad religiosa de la Parroquia de la Asunción de la Santísima Virgen, en Santa Fe y Avellaneda, comunicó el robo de la cruz de importante tamaño que se ubicaba y destacaba sobre una de las paredes en el sector del cinerario.
El caso fue advertido a mediodía de este jueves, por lo que se estima que el hecho se concretó en algún momento de las primeras horas del día, mientras el templo permanecía abierto al público.
"Ya no tenemos cruz", advirtieron desde la cuenta en redes sociales de la parroquia y destacan que "con mucha tristeza les compartimos que está mañana fue sustraída la cruz". Se trata de un elemento con cruz de madera e imagen de Cristo realizada íntegramente en bronce, un material con gran valor de reventa en el mercado del reciclado de metales.
El padre Lucas Di Leva, párroco del lugar, confirmó el robo: "Es un espacio tan sagrado y tan particular porque uno reza allí por los familiares y seres queridos que partieron", explicó sobre características del espacio y la sensación que queda por lo sufrido. "Nos llama a estar atentos, lamentablemente, y tomaremos medidas frente a esta situación o movimientos extraños porque hay hermanos que están haciendo estas cosas y rezamos por ellos y su conversión", dijo a Radio Brisas.
Acompañan en redes con una fotografía en la que se ve el elemento sustraído cuando estaba en su lugar, en ese momento junto a quien era el párroco del lugar, Luis Albóñiga, ahora destinado en la provincia de Jujuy.
Contrastan con otras imagenes en la que exponen el cinerario como se lo encontró, ya despojado del símbolo que acompañaba a este templo desde hacía décadas. "Rezamos y esperamos", expresaron, con el deseo de que sea devuelta a la parroquia y recupere su lugar.
"Es la cruz que está donde los fieles dejamos las cenizas de familiares o allegados difuntos", explicaron al móvil de Radio Brisas representantes de esta comunidad religiosa, dolida por la situación que viven.
Explicó que durante las horas en las que se cometió el hecho había miembros de la Iglesia en otra dependencia: "Estábamos en adoración eucarística, como todos los jueves a la mañana, de 8 a 12", explicó.
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