A diez meses del ataque, Matías Montín tiene que operarse por una lesión derivada de la agresión

Este viernes 19 de noviembre se cumplen 10 meses del ataque que sufrió Matías Montín en el boliche Ananá de Playa Grande, que conmocionó a Mar del Plata y el país por la violencia extrema y sinsentido del hecho. En InfoBrisas.com dialogamos con Matías, para saber sobre su actual estado de salud y sus sensaciones, tras el tiempo transcurrido, en tanto que recabamos más precisiones sobre el avance de la causa en la Justicia.

"Por una parte ando bien, ya que se me fue el hematoma de la cabeza y cerró el cráneo, así que tengo tranquilidad por eso lado", subrayó.

De todos modos, relató que "cuando me golpean y termino cayendo desmayado, me rompo una cavidad del hombro, la cual me dolía constantemente después de la agresión, pero no le dimos mayor importancia porque estábamos más concentrados en mi cabeza que en otra cosa. Después de unos meses del hecho, como el hombro me siguió molestando, me fui a hacer unos estudios y me voy a tener que operar por lo que pasó esa vez".

[caption id="attachment_313279" align="alignright" width="300"] Matías, al ser dado de alta del HPC.[/caption]

"Esa es la secuela que me quedó física. Después como que me quedó un trauma al pensar que un desconocido me pega de la nada. Con eso voy a tener que cuidado, porque no puede pasar una cuestión así, que yo no lo conociera al agresor y me pegara", agregó.

En tal sentido, reveló que "recién les vi la cara la semana pasada en una audiencia. Eso sería como el trauma que me quedó".

Más allá del mal momento pasado, que todavía persiste en su día a día, Matías destacó que lleva una vida normal, bien de salud, "tratando de meter las materias de facultad y cumplir con mis deberes".

#ahora Matías Montín emitió el primer comunicado público tras ser brutalmente agredido en un boliche de Playa Grande#mardelplata #matiasmontin #alerta pic.twitter.com/WDAIbXzrMV

— Radio Brisas (@RADIOBRISAS) January 26, 2021

Por su parte, Carlos Montín, papá de Matías, mostró cierto malestar por el accionar judicial: "Pasaron cosas raras. Viendo lo que sucedió con Fernando Báez Sosa, que recién habrá un juicio dentro de un año, lo nuestro es una pavada, porque acá no murió nadie", consideró.

"¿Qué puedo pretender, cuando la Justicia demora tanto con la tragedia de Fernando?", se preguntó.

De igual modo, el progenitor de Matías remarcó que "algo raro pasó en todo esto, porque cuando fueron a notificar a los autores de la agresión, los pibes se habían mudado, siendo que ellos tenían que declarar el domicilio en el que vivían cuando quedaron en libertad".

"Nuestro abogado logró entregarles la notificación recién después de pagarle a un abogado en Rosario, quien los pudo interceptar. Ellos viven en un barrio privado y nunca recibían la notificación, haciéndoles decir a los empleados de seguridad que no estaban", agregó.

En ese marco, señaló que "recién allí se pudo lograr la audiencia de conciliación, que tiene que ver con la parte civil, no con la parte penal".



Asimismo, fuentes judiciales informaron esta semana que Gabriel Galvano, Andrés Bracamonte y Matías Belloso (hijo de uno de los popes de la Conmebol), quienes son los imputados por la agresión a Matías Montín, quedaron con la posibilidad de evitar el juicio oral.

Esta chance se abre ya que los delitos de los que son acusados permiten evitarlo, al sumarse el hecho de que no tienen antecedentes.

De esta manera, podrían ser condenados por la Justicia Correccional, aceptar una probation, y finalmente llegar a un acuerdo con para otorgarle una indemnización a la víctima.

El ataque

La agresión se produjo en la madrugada del martes 19 de enero en el boliche bailable Ananá, ubicado en el complejo La Normandina de Playa Grande.

Por el hecho fueron detenidos por unos días Gabriel Alejandro Galvano, de 23 años, y Andrés Guillermo Bracamonte, de 21, hijo del jefe de la barra de Rosario Central Andrés "Pillín" Bracamonte. El tercer acusado de participar en el ataque a Montín fue el futbolista de Arsenal de Sarandí Matías Belloso, quien permaneció siempre en libertad.

Cabe remarcar que tras la agresión, Galvaron y Bracamonte fueron interceptados en un control policial en el partido bonaerense de Zárate, luego de haber abandonado el hotel en el que se hospedaban en Mar del Plata, pocas horas después de la agresión en el interior del boliche.