Ser médico en tiempos de alta inflación y escasa paciencia

Las señales de alerta de los médicos y de las clínicas y sanatorios privados de Mar del Plata vienen siendo fuertes desde hace unos días. La formalidad de los pedidos de atención hacen que en el marco diario de distintos reclamos, parezca uno más de tantos, y se disuelva en el caos de cada jornada.
Sin embargo, una mirada apenas más profunda da cuenta de una situación que se va complejizando más y va desencadenando cambios de pensamiento que pueden afectar el futuro mediano y largo plazo.
Esa fue la conclusión a la que llegamos luego de un intercambio con varios médicos, de distintas especialidades, para abordar lo que está siendo el panorama actual y qué salida le encuentran.
Inflación, insumos, costos fijos, obras sociales, prepagas, todos ítems que uno sabe que forman parte de la ecuación, pero solo quien está día a día dentro del sistema de salud conoce en detalle.
“El problema de la salud privada viene de mucho tiempo atrás, de antes de la pandemia, pero hoy, con la situación del país, se visualiza más difícil de manejar", aseguró en contacto Radio Brisas Matías Dramis, integrante del directorio de la Clínica del Niño. Por su parte, Miguel García, cardiólogo y vicepresidente de la Clínica Colón, apuntó que "el sistema de salud está pasando por una grave crisis”.
📞 Hablamos con Matías Dramis, miembro del directorio de la Clínica del Niño, "el sistema de salud privado se empezó a resentir en la etapa de la pandemia y se acentúa con los procesos inflacionarios" pic.twitter.com/oRo7jSTS6t
— Radio Brisas (@RADIOBRISAS) September 12, 2023
Estas fueron declaraciones al aire, en donde el cuidado es mayor en cuanto a las palabras y los términos. Por eso es que el contacto con profesionales pidiendo una opinión en un diálogo en off nos dio un acercamiento quizás más "visceral" de lo que están soportando.
"La situación es espantosa", nos confió una cirujana, quien remarcó que "los costos de los insumos suben y ni hablar del instrumental quirúrgico, cuya mayor parte es en dólares".
Quien haya vivido en primera persona tener que ir al quirófano, o que un ser querido deba hacerlo, sabe que al costo de la intervención, en caso de que sea solventada por una obra social o una prepaga, le tiene que agregar una suma que depende de cada equipo. Esto que marcamos no podemos decir que ocurre siempre ni que esté establecido por escrito, pero sucede en la mayor parte de las oportunidades.
Ahora bien, si pasa esto, es porque el desfasaje entre lo que vale la salud y lo que se paga se ha ampliado, porque es algo que se ha acelerado en los últimos tiempos.
¿Cuál es el costo de una consulta?
El valor de una consulta se determina de acuerdo a un convenio entre la obra social o prepaga con las asociaciones médicas, dependiendo además de características, que pueden ser por la especialidad o por la jerarquía del profesional. A eso se le suma el plan que uno tenga contratado, y en base a eso, existe la posibilidad de que se le agregue el pago de un coseguro o bono adicional.
Algunas obras sociales tienen por norma que no se puedan pagar bonos adicionales, e incentivan a que se denuncie esa práctica. Por otro lado, algunos médicos, con la estructura de costos que tienen y por la falta de actualización de esos honorarios, tienen dos opciones: o cobran el adicional o dejan de atender.
No son pocos aquellos que debemos cambiar de médico u odontólogo porque el que teníamos dejó de atender a nuestra obra social o prepaga. Ahí conocemos el verdadero costo que el médico le pone a su consulta, cuando uno es atendido de manera "particular".
"Es algo que a nosotros nos sobrepasa y tenemos que sentarnos a negociar". "Los pagos se actualizan 100 días después y el dinero se devalua." expresó el vicepresidente de la Clínica Colón.
— Radio Brisas (@RADIOBRISAS) September 11, 2023
“En principio se le cobra la diferencia arancelaria al paciente, y como segunda medida, se deja de atender a la obra social o prepaga, ya que da pérdida”, nos explicó la cirujana, cuando le preguntábamos qué hacía en estos momentos.
Otro médico consultado nos aclaró que la realidad de las diferentes especialidades es muy diferente. En tal sentido, subrayó que "el que la pasa peor es el médico de consultorio, donde el bono de consulta es su única entrada. La diferencia entre una y otra obra social es amplia, los tiempos son distintos. Los médicos no pueden atender más pacientes que los que atienden habitualmente porque, simplemente, no les da el tiempo. En virtud de esta diferencia de valores, dicen o hacen lo siguiente: o le cobran encima del bono a las de valor más bajo, o le cobran a todos. A veces prefieren atender a las de valor más bajo porque por el valor paupérrimo que recibimos a cambio, es más entendible que el paciente tenga que pagar".
"El problema es claramente económico, si querés financiero. Se tratan de buscar soluciones que impacten nada o lo menos posible en la atención de la salud de los pacientes", nos subrayó el directivo de una de las clínicas más importantes de la ciudad.
El tiempo es dinero, reza el apotegma inglés, y es certero. Otros profesionales, quizás ya más consolidados, prefieren trabajar de manera distinta. En este caso, un médico con una carrera más extensa, nos precisó que desarrollaba su labor en el sistema público y había decidido abrir un consultorio sin atender a obras sociales, solo a prepagas.
"La cuestión para mí es revalorizar la consulta, tomarte un tiempo con el paciente y ver de dónde provienen los síntomas", puntualizaba, dando además una definición muy significativa: "No quiero hacer múltiples consultas en poco tiempo. No lleva a nada y desgasta la relación".
He allí otra cuestión clave, sobre la que solemos discutir en sobremesas y charlas de café. "Me despachó", solemos decir o escuchar. Claro, si el médico tiene que atender a varias personas en una misma jornada para llegar a cobrar lo que necesita, es claro que el tiempo de la consulta va a ser distinto.
"El tema del desgaste psicológico, los honorarios, el destrato fue lo que más escuché de mis compañeros de todo el pais en el último Congreso del que participé", amplió.
El futuro
Esta situación compleja también va teniendo un efecto de sedimentación sobre lo que les ocurre ahora a los profesionales y, para peor, para los que vienen. "Lo más triste es que desalienta el ingreso de estudiantes de medicina al sistema", remarcaron.
Otra preocupación que se advierte es la posibilidad de la migración. "La Pediatría y la Clínica Médica están pulverizadas. Afuera les pagan 1.000 dólares una sola guardia de 24 horas, en tanto que acá una hora se paga algo cercano a 4.000 pesos", graficaron.
Para darle más actualidad a lo que les ocurre, también pusieron sobre la mesa la cuestión impositiva: "A los que facturamos nos alcanza Ganancias. Todos estos beneficios de Ganancias no incluyen a autónomos".
La inflación
¿Hay una mirada distinta a la inflación del área de salud? ¿Nos indigna de manera distinta la suba de lo que pagamos en el almacén que el costo de un tratamiento? Le trasladamos la inquietud a uno de los médicos consultados, quien reflexionó al respecto: "El mismo paciente cuando va al supermercado y advierte aumentos, o en la cuota del colegio de sus hijos, o en una cena en un restaurante, entiende que se vive un contexto volcánico. Pero no entiende que sus clínicas (y sus médicos, naturalmente) corren peligro de extinguirse si tienen frenado el aumento de las obras sociales y prepagas".
Difícil predecir lo que puede ocurrir, sobre todo en un contexto tan incierto, pero más temprano que tarde, habrá que redefinir premisas para sostener, valga la redundancia, la salud del sistema de salud.