El que avisa no traiciona

Por Daniel Temperoni.

En diez meses se estarán disputando las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, y dentro de un año serán convocadas las elecciones generales.

La situación del país y del mundo opera fuertemente y, si bien la mayoría de los dirigentes asegura que no es momento de hablar de la cuestión electoral, cada político está jugando hace rato su propia estrategia para posicionarse de la mejor manera.

Siempre ha sido así y nada llama la atención al respecto.

Aunque la complejidad del presente le está poniendo presión a quienes creen estar en condiciones de competir por la conducción del país.

En 1983, los partidos presentaron sus programas electorales de cara a una ciudadanía que necesitaba saber cuáles eran sus propuestas para dejar atrás siete dolorosos años de dictadura cívico militar.

Hasta entrada la década del ’90, las fuerzas políticas continuaron con esa sana práctica de proponer por escrito sus acciones futuras.

Al asumir Carlos Menem, displicentemente confesó que nadie lo hubiese votado si adelantaba lo que tenía previsto hacer y que lamentablemente realizó.

A contramano de la costumbre democrática, se dejó de lado la exhibición de ideas de gobierno y se pasó directamente a la exposición de fuerza mediante la conformación de alianzas que fueron polarizando al electorado.

Los partidos políticos se fueron atomizando, incluso los históricos, y el debate que antes tenían dentro de sus estructuras originarias se extrapoló a grupos disidentes por fuera de los troncos primarios.

Así se ramificaron y han ido saltando de frentes y alianzas según la conveniencia de los tiempos.

Ya nadie tiene mayorías para hacer cierres de campaña como los que se dieron 39 años atrás y hoy son pocos los que se animan a convocar masivamente a sus seguidores.

Ante la necesidad de sobrevivir políticamente, se juntan el agua y el aceite sabiendo de antemano que casi no tienen puntos en común.

Por esta razón y porque millones de argentinos esperan respuestas, urge que digan a viva voz qué harán con temas tan sensibles como las jubilaciones, las empresas estatales, la política económica, la deuda externa, la pobreza y el empleo.

El que avisa no traiciona.

@danieltemperoni