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Por Augusto Taglioni

Cristinocentrismo

sábado 27 de mayo de 2023
Cristinocentrismo

El acto en plaza de Mayo ratificó la centralidad de Cristina en el armado del Frente de Todos. Con ella fuera de juego y Alberto Fernández en el más absoluto aislamiento, la vicepresidenta se encamina nuevamente a diseñar la estrategia para las próximas elecciones presidenciales, aunque en este caso en un ro diferente: jefa de campaña.

Cristina decidió no ser candidata por dos razones elementales: no quiere exponerse a una derrota en el balotaje y la posibilidad concreta de ser inhabilitada si la Justicia aprieta el acelerador en la causa vialidad, algo similar a lo ocurrido con Lula en 2018 con la diferencia que el líder brasileño fue detenido tras una condena en segunda instancia y no contaba con fueros.

Como sea, Cristina estará en el centro de la escena. Su caracterización de un escenario de tercios le conviene dado que, aún con un gobierno que tiene pocos éxitos para mostrar y arrastra una inflación de tres dígitos, el núcleo duro kirchnerista irá en la dirección que su jefa indique.

El interrogante a un mes del cierre de listas es quien o quienes serán los nombres que tendrán que cargar con la difícil de misión de mantener competitivo al peronismo tras 4 años de desconexión, mala gestión e internismo desatado. Si hay algo que mantiene vivo al peronismo es su propia tendencia a reconstruirse de las cenizas, la irrupción de Javier Milei y la carnicería que puede ser la interna en el PRO entre Larreta y Bullrich.

Cristina sabe manejar los tiempos y parece divertirse en el juego de las intrigas y el misterio. El que conoce su derrotero como lidiar absoluta del peronismo sabe que ella nunca anuncia nada cuando todos esperan que anuncie algo. No son los actos masivos el marco ideal para las confirmaciones, sino las cartas que se publican en sus redes algún día de la semana cualquiera o un sábado otoñar por la mañana. Nada hace pensar que ahora será diferente.

Pero ante la falta de definiciones que calmen la ansiedad periodística y de sus militantes, lo que abunda es la sobreinterpretación de señales o gestualidades. Como que Sergio Massa y Wado De Pedro hayan estado juntos, uno al lado del otro, justo detrás de la única hora de la lluviosa tarde del 25 de mayo. ¿Fórmula? ¿Mensajes? ¿Casualidad? Solo Cristina y sus lugartenientes lo saben.

Lo que si es un hecho es que luego del discurso de la vice, De Pedro recogió el guante del pedido de Cristina a la toma de la posta de los hijos de la generación diezmada y “empezó a caminar”. Lanzó un spot de campaña con el lema “construir una Argentina que funcione” con un fuerte reminiscencia al “País normal” de la campaña de Néstor Kirchner en 2003 y se vieron afiches.

La discusión interna por estos días tiene a 4 figuras de peso dentro del oficialismo: Máximo Kirchner, Sergio Massa, Axel Kicillof y Wado De Pedro. La búsqueda es ni más ni menos que la candidatura presidencial. Máximo quiere a Axel jugando la presidenta y Wado para gobernador, pero el ex ministro de Economía no quiere saber nada y empapeló las rutas con carteles de re-elección. Massa necesita anotar un gol antes de lanzarse en medio de la crisis económica pero sus referencias discursivas son cada vez más en tono de campaña. Wado espera como el jugador que está listo para entrar a jugar al borde de la cancha. La única persona que puede desatar el nudo es Cristina, quien jugará hasta el plazo para decidir.

En el medio, un viaje clave a China donde Sergio Massa firmará la ampliación de la inyección de yuanes en las reservas del Banco Central y tendrá dos dirigentes que no irán a discutir asuntos financieros: Máximo Kirchner y Juan Manuel Olmos, vicejefe de gabinete y de los pocos hombres de confianza que le quedan al Presidente que empezarán a delinear las listas.

Massa sería el único capaz de reunir el consenso de todas las tribus del Frente de Todos y evitar las PASO que solo entusiasman al albertismo. Wado como vice serviría para contener al sector que no tolera del todo al ministro de Economía, como Juan Grabois. Otro que podría impedir las múltiples candidaturas también sería Kiciloff que se lanzaría a la cruzada nacional solo por pedido expreso de Cristina.  Si Wado es el candidato habrá PASO con Daniel Scioli, Agustín Rossi y otros candidatos que quieren ser parte de esa interna.

Será un mes de temporada alta de rosca en la que Cristina tendrá una centralidad determinante porque si hay algo que persiste hace 20 años en la Argentina, para propios y extraños, es el cristinocentrismo, tal vez uno de los mayores problemas del sistema político. 

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