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El cruce de FRA-PAL: 7 habitantes y senderos mágicos
Si uno observa desde arriba el lugar exacto donde se cruzan las rutas 72 y 51, dentro del partido bonaerense de Coronel Pringles, verá simplemente una rotonda y un par de construcciones. Solo 7 habitantes viven en ese lugar en medio de la soledad. Un parador, una escuelita primaria, un puesto de la patrulla rural una cooperativa de cereales que es una sucursal de otra, de otro paraje cercano que se llama Lartigau.
FRA- PAL viene de Francisco Palacio, que fue quien donó esas tierras y durante mucho tiempo este lugar fue simplemente un cruce de una ruta que va de Pringles a Bahía Blanca y otra que viene de Sierra de la Ventana hacia Coronel Dorrego.
Quién podría pensar que ese paraje donde el silencio solo se interrumpe por el paso de los camiones podría convertirse en un lugar de atracción turística? Esa persona existe y se llama Paola García. Su historia es un lindo ejemplo de que cuando uno se lo propone, los sueños se pueden cumplir y hay que ponerle corazón, garra y trabajo. Ella es portera rural, por eso es que vive allí hace 17 años +. Estudió en la Universidad Nacional de Mar del Plata y obtuvo el título de Anfitrión turístico con orientación en interpretación ambiental.
Paola explica de esta manera que significa su profesión: “Mostramos el lugar donde vivimos, hacemos visitas guiadas en el mismo lugar donde habitamos, contándoles nuestra historia, dando a conocer muchas cosas, muchos rincones que nadie conoce e ir interpretando la naturaleza en cierta forma, eso es lo que sería el trabajo de nosotros.”
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Cuando culminó su carrera, decidió volver a su tierra y poco a poco fue gestando su sueño, mostrar las maravillas que ese paisaje esconde detrás de esa rotonda. Así nació “Senderos de FRA-PAL”: Yo me críe en el campo, soy nativa de Laprida, me crie en una zona rural y siempre amé la naturaleza. De hecho, hace más de 15 años que realizo trekking en las sierras. Y cuando comenzó el auge del turismo rural y demás, ya conociendo a este campo, que antiguamente era utilizado como un coto de caza y donde quedaron animales que no pertenecen a nuestra fauna autóctona, pero estaban en el campo, a muy pocos metros del paraje, presenté este proyecto como trabajo final para terminar en la Universidad. Fue aprobado, y luego se lo propuse a Turismo de Coronel Pringles, y por suerte les encantó la idea. De hecho, es la primera actividad turística dentro del partido. Así que de ahí comencé. Ya van siete años.
¿Qué se hace en Los Senderos de FRA-PAL?: “Más que nada, la actividad es llevar a la gente a que camine en el campo, que disfrute de la naturaleza que tenga ese contacto, que aprenda historias que tal vez dentro de su propio partido no las conocen y que disfrute de los animales que no son muy habituales de ver y quedaron en ese campo como ciervos, ciervos dama, búfalos, antílopes y jabalíes entre tantos otros. La actividad dura 4 horas desde que nos encontramos en la zona de la rotonda hasta que terminamos, porque el final de la caminata concluye con una picada serrana que es con todos productos artesanales que también elaboramos nosotros.”
El paisaje es una unión del fin de la cadena serrana de la Ventania con el pastizal pampeano y a través del recorrido uno se puede encontrar con ejemplares de arbustos que tienen más de 400 años de antigüedad y se han convertido en árboles, donde la especie más abundante es el piquillín.
De aquel coto de caza donde los animales eran asesinados para que los cazadores exhibieran sus cabezas embalsamadas como trofeos, por suerte ya no queda nada. Hoy los animales se han ido acostumbrando a los visitantes y se acercan para comer de la mano o dejarse fotografiar sin correr espantados. “Hoy hasta los peludos salen de sus cuevas cuando escuchan presencia humana, porque saben que detrás de eso llega alimento y se pasean entre nosotros como si fueran animales domésticos. Los animales han perdido el miedo y se acercan, lo que a veces les juega en contra porque lamentablemente suelen aparecer cazadores furtivos que aprovechan esa situación.”
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El sueño de Paola García es una realidad. En FRA-PAL el hombre y los animales pueden vivir en armonía y disfrutar de la naturaleza.
Para aquellos que quieran más información pueden buscar en Instagram: @frapal_tambien_existe o en Facebook: Fra-Pal también existe
