Delito y drogas: "El Estado considera más importante comprar patrulleros que promover políticas para atender el consumo"

Guillermo Nicora, fiscal de Mar del Plata, se refirió en Radio Brisas a los últimos hechos de inseguridad que conmovieron a la opinión pública, sobre todo el acaecido el pasado viernes, que terminó con la vida de Daniel Marcel, en el cual las drogas parecen haber jugado un papel determinante.

"No puedo decir nada en particular al caso, porque no tengo la información debida, pero este tipo de hechos nos interpelan a indagar qué nos está pasando no con el consumo de sustancias, sino respecto a las espantosas estrategias que se toman desde hace décadas para abordar las problemáticas de consumo, sobre todo la idea de ilegalizar mercados", analizó.

En diálogo con Adrián Barbarulo y Daniel Temperoni, lamentó que "no aprendimos nada de lo que ocurrió en Chicago en la década del 20 con la Ley Seca; o la política que se lleva desde hace 40, 50 ó 60 años de guerra a los drogas".

El tratamiento de las drogas

Nicora consideró que "la marihuana no produce conductas violentas. En algún momento a alguien se le ocurrió inventar un enemigo y se decidió instalar que la marihuana era la puerta de entrada a las drogas. La verdadera puerta de entrada
son los problemas que tenemos las personas. El alcohol es mucho más peligroso que la marihuana, mucho más dañino, pero bendecido por el mercado y el capitalismo".

"Eso lo puedo decir con mi experiencia de fiscal de Flagrancia. En cada jornada, nunca tenemos menos de cuatro o cinco aprehendidos por un hecho, y la gran mayoría consume alcohol. No hay guerra contra el alcohol, y cuando se intentó salió mal", sostuvo.

El precio de ilegalizar mercados

"Cuando avanza un consumo problemático, como por ejemplo la cocaína, se empieza a tener problemas sociales, hay un deterioro de los lazos familiares y sociales, porque las respuestas son exaltadas y violentas. Esto es mal visto por su
entorno. A esto se le agrega que es delito tener droga, por lo que esa persona tiene reforzado su problema, ya que tiene que conseguir plata para obtener una droga que es muy cara, al estar en el mercado ilegal. Por eso tiene que ir a lugar
sórdido, tratar con gente violenta, que va a cobrarle de manera violenta las deudas por ese consumo. Todo esto agrava el problema", afirmó.

Y opinó: "Si la droga fuera barata, tendríamos menos problemas de drogas. Eso ha quedado demostrado con países que han despenalizado las drogas".

La atención de la salud a los problemas de consumo

"Hay un problema serio. No tenemos suficientes recursos destinados al abordaje terapéutico de los consumos problemáticos. Cuesta mucho acceder a lugares de internación y son tratamientos caros. Aclaro que no estoy haciendo un análisis mercantil de esto", expuso.

El funcionario del Ministerio Público Fiscal especificó que "cuando una persona tiene una causa, ya ha pasado un montón de tiempo peleándose con su familia, robándole, teniendo un desborde con su grupo de relación. Ahora, cada vez que llaman al Estado, por ejemplo, una madre contando que su hijo tiene un brote, lo que hace el Estado es ir y meterle un tiro en el estómago, tal como le ha pasado a un artista conocido".

"Que el Estado no tenga dispositivos de emergencia en salud mental es un problema. A eso le sumamos una actitud colectiva del colectivo de la psiquiatría contra la Ley de Salud Mental, en donde ahora dicen jodete y no me hago cargo, y te los devuelven a los 10 minutos a los pacientes. Han decidido combatir la ley de salud mental poniendo la palanca de cambio en boludo, como se decía antes, o sea, mirando para otro lado. Vos no querías manicomio, ahora jodete, quedate con tu loco", cuestionó.

Guillermo Nicora, fiscal, "no hay una política de salud para las familias con consumo problemático"#MarDelPlata @gnicora pic.twitter.com/6713yTUsaP

— Radio Brisas (@RADIOBRISAS) July 4, 2023

Nicora reprobó que el Estado "considere más importante comprar patrulleros y cámaras que disponer dispositivos de atención y políticas para el consumo. A eso se le agregan políticos que buscan votos fáciles pegándoles piñas al escritorio. Hoy no hay una política de salud destinada a las personas que tienen consumos problemáticos y algunas respuestas que da el Estado son más inadecuadas que la situación previa".

"El que más o menos tiene con qué, una obra social, tiene cierto acceso a tratamientos bastante buenos. En Mar del Plata hay muy lugares buenos, pero son caros, porque requieren de un enorme equipo de personas, no es un pastillita y una hora de terapia por semana. Los organismos del Estado que trabajan en el área tienen magros presupuestos y no consiguen poner en agenda el tema", acotó.