POSTALES DE PROVINCIA
Martín Aurand: el fotógrafo que recorre la provincia rescatando la obra del arquitecto Salamone

Francisco Salamone, fue un arquitecto e ingeniero italo- argentino que en apenas cuatro años, entre 1936 y 1940, construyó más de sesenta edificios en veinticinco municipios del interior de la Provincia de Buenos Aires. A través de su cuenta de instagram (@mondosalomone), el fotógrafo Martín Aurand divulga no solo las imágenes que captura en los distintos pueblos de la provincia adonde se dirige en busca de las creaciones de Salamone, sino que también comparte antiguos croquis de muchos de los proyectos firmados por el arquitecto, incluso aquellos que finalmente no se llevaron a cabo, además de distintas historias cargadas de intriga, que alimentan el misterio que rodea a su figura. Su pasión surgió por casualidad una tarde de verano. En charla con Luz Dubedout y Beto Mena en “Plan Luz” comentó su descubrimiento:
“Mi papá, porteño como yo, se va a vivir a un pueblo en el partido de Azul hace 20 años y una de las veces que yo lo acompaño hasta la ciudad porque iba a hacer trámites. Me voy a la oficina de turismo y me dan un folleto sobre un tal Francisco Salamone. Esto en el año 2007, cuando no había redes sociales y ni siquiera uno andaba con el celular encima buscando cosas, y ahí veo ese folleto, veo unas imágenes de un cementerio bastante raro que había y me llamó mucho la atención. Me fui caminando desde la terminal de micros hasta el cementerio que eran varias cuadras y cuando llegué no podía creer lo que veía. Era una imagen impresionante: Un ángel enorme con una espada y un fondo imponente. No entendía que nadie de mi familia me hubiera mencionado el cementerio, que no lo hubiese visto antes y demás, entonces a partir de ahí empezó como este flechazo por el cual tuve que empezar a ingeniármelas en ese momento para conseguir información fiable y demás para para ir viendo donde más había obras.”
Salamone vino cuando era niño con su familia desde el sur de Italia, estudió en Buenos Aires, luego se recibió de ingeniero en Córdoba, comenzó a trabajar en esa provincia, hasta que finalmente ya cuando él casi tenía 40 años comienzan estos cuatro años de su obra faraónica bonaerense. Entre proyectos y lo que se hizo estamos hablando de más de 100 y a eso hay que sumarle que diseñaba también las lámparas de las municipalidades, los muebles de los concejos deliberantes, los escritorios, nada se asemejaba a otros, y para cada localidad eran diferentes. Sus trabajos consistieron, más que nada, en mataderos, municipalidades y cementerios, pero también proyectó mercados, escuelas, otro tipo de obras, pero el detalle está en lo original, en que es algo que no se parece a nada de lo que se hubiera visto hasta ese momento.
Palacios municipales con torres más elevadas que las iglesias, los mataderos cuyos extremos superiores solían tener terminaciones en forma de cuchilla e imágenes de cristo de varios metros de altura en medio de la llanura no podían pasar desapercibidas para la época. No fueron pocos los detractores que comenzaron a llamarlos “el arquitecto maldito” o “el loco de las torres”.
“La mayor parte de la obra bonaerense las entre el 36 y podemos decir que el 38, después en 1939 y muy poquito en el 40, y en cuanto a estilos a mí se me hace difícil definirlo porque me parece que es una manera de limitarlo, sobre todo un tipo tan original, pero para tener referencias de la época y demás podemos hablar de futurismo, hay algunas obras que son más art- decó, otras que son más racionalistas. El logra desarrollar un lenguaje muy particular que tal vez por ser argentino nos cuesta creer que pueda haber pasado eso, si él hubiese sido europeo todos estaríamos hablando de la genialidad de este hombre y a él le llevó mucho tiempo que acá se lo empezara a considerar seriamente. Los académicos le dieron la espalda toda la vida y la gente empezó a inquietarse, a alguien le llamaba la atención y éste viajaba y le decía al otro no sabes lo que vi, tenés que ir, y así fueron décadas de la comunidad apropiándose de algo que estaba ahí y que era completamente original pero de lo que no se sabía mucho. Lamentablemente no sobrevivió el archivo personal ni profesional de Salamone, entonces hay mucha información que nunca la vamos a tener para completar sus influencias, ni siquiera el listado de obras, todos los años aparecen obras nuevas, entonces hay muchas cuestiones que van a estar siempre como en un limbo, pero que hacen que el personaje sea también más interesante.”
Durante el período del 36 al 40, el gobernador de turno de la Provincia de Buenos Aires, el ultraconservador Manuel Fresco, quien adhería al fascismo y al nazismo realizó una inversión descomunal en lo que refiere a la obra pública, que lo tuvo a Salamone como uno de sus pilares fundamentales junto al arquitecto Alejandro Bustillo. Para muchos, el arquitecto logró concretar tantas obras fastuosas en la geografía bonaerense por contar con la simpatía del gobernante. Tan así que se hizo popular el dicho: “Lo que Fresco dispone lo construye Salamone “. Para Martín Aurand, esta versión difiere de la realidad.
“En cuanto a la cuestión ideológico partidaria, él en Córdoba hasta fines de los años 20 milita en el radicalismo y llega a postularse para cargos en el partido de esa provincia, o sea si tuvo una militancia fue por el radicalismo y no por partidos conservadores, al menos hasta esa época y al menos de lo que sí está documentado. Por otro lado, las obras se licitaban, es decir no era que Fresco le decía a Salamone: bueno, te doy estos distritos, vos hacé las obras que hagan falta, sino que las mismas localidades licitaban las obras y ellos tenían la libertad de elegir al estudio y a la empresa que las llevara adelante. Yo en ese sentido creo que en realidad Salamone debe haber sido un gran vendedor, una persona con una gran capacidad para vender su trabajo y ofrecerles facilidades para llevarles cierta modernidad a esos pueblos que en muchos casos eran pequeñas poblaciones pujantes pero que estaban en un momento en el cual estaban dispuestas a invertir como para dar ese paso de crecimiento después en la mayoría de los casos no sucedió. Yo creo que pasa más por una cuestión estética de que visualmente la obra de Salamone por su estilo es más fácil de vincular con gobiernos totalitarios de la época que con otra cuestión, fue más fácil decir si este hombre hacía este tipo de construcciones seguramente era fascista, pero en realidad no hay nada para vincularlo .”
El también hizo algunas casas privadas, algunos edificios de departamentos en general y en particular a Mar del Plata le tocó la última obra de Salamone, una vivienda ubicada en la calle Buenos Aires al 2700 que como buena última obra de un personaje tan misterioso no se parece en nada a todo lo demás, no esperen ver una casa que tenga detalles futuristas, sino que es una casa bastante común con algunos ribetes medio neoclásicos.
En cuanto a las obras del genial arquitecto más cercanas a Mar del Plata, el fotógrafo enumera una escuela, el portal del cementerio y el antiguo matadero de Balcarce ( hoy en día convertido Enel Centro Cultural Salamone ) y Rauch, con su palacio municipal y la plaza.
De la inmensa lista de edificios, hay algunos que se destacan por distintos motivos:
Cementerio de Azul: una construcción de 22 metros de altura donde se ve un ángel custodio y severo.
Matadero de Epecuén: uno de sus clásicos, con letras diseñadas por él y una torre con forma de cuchilla. Quedó deteriorado tras la inundación de 1985 que dejó sepultado a todo el pueblo.
Cementerio de Saldungaray: una suerte de rueda de hormigón con mosaico azul y en el centro una inmensa cruz donde se ve la cabeza de Jesús flotando inquietante.
Municipalidad de Coronel Pringles: Junto al de Rauch y Gonzáles Chávez, los principales edificios gubernamentales que hizo. Además, creaba la plaza, los bancos y las luminarias.
Cementerio de Laprida: una de sus más imponentes. Un cristo crucificado en un cruce entre arquitectura, escultura y muralismo, representando haces de luz divina y la escena de la crucifixión.
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En Laprida, relata Martín, vienen trabajando desde hace tiempo en rescatar la obra. Desde el 2013 se creó el Centro de Interpretación Salamone, donde los turistas pueden recaudar la información necesaria para emprender el recorrido por el patrimonio arquitectónico que incluye además del cementerio, la municipalidad, la plaza, el matadero y el corralón municipal. Hay tienen muebles originales entre ellos un escritorio de madera con cajones cuya mitad tiene la forma de un globo terráqueo.