Fiscal Nicora: "Si se llena de infelices la cárcel no hay lugar para los poderosos que pueden pagar abogados caros"

Guillermo Nicora, fiscal de la UFIEJ - Flagrancia del Departamento Judicial de Mar del Plata, abordó en contacto con Infobrisas.com la cuestión de la repitencia, teniendo en cuenta que en algunas ocasiones, se comprueba que los autores de delitos cuentan con varios procesos previos en su haber.

El diálogo con el fiscal Nicora permite un acercamiento a una temática ríspida, si pensamos que existe un sentido común extendido cercano al punitivismo. Del que no escapamos, por cierto. La pregunta que suele surgir es "cómo puede ser que una persona que cometió al menos 20 delitos no esté presa".

"Para empezar, como fiscal, tenemos que conseguir pruebas para acusar. Es decir, probar que el acusado hizo lo que hizo. No podemos partir de la base de que si perpetró un robo antes, seguro que lo hizo ahora”, remarcó, enfatizando que "a veces lo vemos hasta en series o películas. Si alguien robó un banco, se fijan en quiénes tienen antecedentes. Ese pensamiento no se condice con el accionar judicial. Además, se puede terminar cayendo en el estigma”.

Consultado respecto a las personas con más de una docena de procesos previos consignados en los partes, indicó que “eso significa que fueron detenciones, no condenas. Tengo 25 años como fiscal y casi nunca me encontré con personas con más de 10 condenas. A lo sumo alguien con 8 casos. Y eso estaba asociado a un consumo tremendo de drogas. Se trata de personas que buscan financiarse la compra de drogas, robando a sus vecinos, en las calles con un arrebato. Esto se exacerba con el alto precio de los estupefacientes. Por eso siempre hablo de la necesidad de discutir su legalización, ya que muchas de las causas tienen su origen en el consumo”.

“A esos que llamamos delincuentes profesionales los encuentro en pocas ocasiones. Por ejemplo, tenemos el caso de quienes vienen en la temporada a abrir autos en la zona sur. El tema es que sabemos que llevar a la cárcel a estas personas que delinquen para consumir no es solución. El Estado no invierte en salud y prevención, prefiere comprar patrulleros y cámaras”, evaluó.

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Rechazan el uso extendido de cámaras: “Una sociedad más vigilada no es una sociedad más segura”https://t.co/UuTU8CX920 @TobiasSchleider

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El consumo de drogas y su tratamiento es una de las deudas que tenemos como sociedad. “No hay lugares. Es cara la internación y en el sector público directamente casi no hay atención”, señaló Nicora, subrayando que "para reducir el delito cotidiano, la principal estrategia debería ser el tratamiento del consumo problemático de drogas. A nadie se le ocurriría prohibir el consumo de alcohol. Cuando se hizo trajo más inconvenientes. Hay que rediscutir el tema. Estamos de acuerdo en que el consumo de drogas es problemático cuando se llega al nivel de adicción y se trata de un problema de salud pública, por lo que hay que pelearlo en ese terreno. La idea de combatir las adicciones transformándolas en delito es pésima, porque hace más difícil pedir y dar ayuda".

¿Qué determina si una persona detenida va directamente a la cárcel o no? “Algunos casos van directo, sin discusión. Por ejemplo, los de violencia de género, de alguien que fue a la casa de su ex pareja a pegarle. Esa persona en ese momento no va a razonar. Si lo sueltan, va a ir de vuelta a agredirla. Es por eso que se ordena dejarlo la noche encerrado, como medida de protección”, explicó. “La clave es la gravedad del hecho y si hay riesgo de fuga. Si se trata de un borracho que entró en un auto, que no sabemos si quiso entrar para dormir o robar, en ese caso se verifica la identidad y su domicilio y se lo libera, ya que eso lo permite el artículo 161 del Código Procesal Penal bonaerense", especificó.

Artículo 161. Libertad, facultades del Fiscal
El Fiscal podrá disponer la libertad de quien fuera aprehendido mientras el Juez no hubiere ordenado la detención, cuando estimare que de acuerdo a las circunstancias del caso no solicitará la prisión preventiva.
Si el Juez hubiera ordenado la detención, el Fiscal podrá requerirle que disponga la libertad atento que no pedirá la prisión preventiva, en cuyo supuesto se ordenará la soltura.
En todos los casos, el imputado deberá denunciar su domicilio real antes de ser puesto en libertad, el que no podrá cambiar sin previa comunicación, comprometiéndose a comparecer a cualquier llamado o citación con motivo del trámite del proceso.

Las cárceles

La derivación hacia el tema de las cárceles es inmediata. “En Mar del Plata tenemos una situación especial, por la que se trabajó mucho, como es la política de no tener presos en las comisarías. Para esto está la Unidad Penal 44. Lo cierto es que como fiscales, sabiendo de la situación de superpoblación en las cárceles, vamos como administrando ese lugar, porque cuando se manda a alguien no se sabe cuánto se va a quedar. Si mando a un mechero, a alguien que robó un fernet o un champú, no va a servir. Va a aumentar su situación de violencia, siendo que el lugar en la cárcel es necesario. Nunca sabemos si una noche vamos a tener 20 o 40 presos, con lo que eso conlleva además de trabajo para el fiscal, para el defensor, para todo el sistema, que está sobrecargado. Eso no es gratis”, indicó.

En ese orden, Nicora pone la lupa en lo que esa modalidad de acción termina generando: “Si se llena de infelices la cárcel no hay lugar para aquellos narcos que pueden pagar abogados caros y terminan con arresto domiciliario. Se pasa a tener el problema de selectividad negativa. No hay poderosos en la cárcel y no todos quieren meterse con ellos, porque son los que tienen capacidad de joderle la vida a los jueces y a la Policía”.

El fiscal Nicora reconoció que hay fallas graves en la supervisión de personas con arresto domiciliario - Mirá la nota completa aquí: https://t.co/GCobO3HacM pic.twitter.com/eIDKXgEsJ4

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“Puede haber casos, pongamos, de un cuidacoches violento, que está en condiciones de ir preso por coacción, delito que significa dos años de cárcel. Eso es diferente a la mayoría de casos que viven en situación de calle, subsistiendo. Yo uso la figura de recolectores y cazadores. Hay muchos que son recolectores, que roban cables, los medidores de agua, que cambian después para comprarse comida. Son situaciones de gran vulnerabilidad y asociados a consumos. En las crónicas policiales, si solo vemos estos casos, termina siendo funcional a la invisibilización de los delitos graves”, expuso.

¿Y la reacción de la gente? No hay manera de no enojarse cuando se sufre el robo del medidor. “Por supuesto. Da bronca. No hay que negarlo. Y tiene razón en enojarse. Por eso hay que encontrar maneras de evitar estas situaciones y que las empresas inviertan. Se roban cables porque no se soterran. O encontrar materiales alternativos. La cuestión pasa porque tampoco les estamos asegurando la subsistencia a todos. Lo mismo puede ocurrir con los celulares. No hay repuestos, por lo que directamente se roban. Y cuanto más se roba, más se venden. Si nadie comprara lo robado, no habría robos. Lo mismo con las autopartes”, graficó.