Quién es la jubilada de 73 años que acumula 64 causas penales y no puede parar de robar

Fue, al menos para la justicia, su hecho número 50. Esta vez entró en acción y cumplió objetivo en un café de zona Güemes, donde aprovechó el descuido de una cliente y de la mochila le sustrajo documentación, tarjetas de crédito y 220.000 pesos que tenía en efectivo.

La autora, que tiene 73 años, cayó por las cámaras de seguridad y se la ubicó fácil en su domicilio de la vecina localidad de Balcarce porque en el ambiente policial y fiscalías ya la conocen como “la jubilada que no puede parar de robar”.

En su historial personal figuraban como antecedentes 49 procesos por hurto y otros por robo, encubrimiento, daños y lesiones leves que le significan 64 penales con su nombre como imputada.

La fiscal Florencia Salas intervino en este último hecho que se registró en la cafetería de San Lorenzo casi Güemes, del que se retiró con pertenencias de una mujer de 36 años que había dejado su mochila colgada en una silla.

El local tiene videocámaras y registraron los movimientos de la ladrona, por lo que no solo se esclareció la metodología, sino que hubo máxima precisión para saber quién era responsable y aportar ese dato a los policías que tomaron la denuncia a la damnificada.

Salas le abrió una nueva causa por hurto y solicitó el allanamiento del domicilio de la sospechosa, autorizado por el juez de Garantías Saúl Errandonea. Allí pudieron secuestrar prendas que ella vestía al momento de cometer este hurto.

Por su edad y características de delito que comete queda en libertad luego de cada uno de estos hechos. Que vuelve a cometer apenas puede, lo que en el ambiente judicial entienden como un caso de cleptomanía. “No programa, no establece estrategia, roba por robar”, explican.