Quilmes cayó como visitante en el primer round ante Lanús

Los cuartos de final de la Liga Argentina de Básquet arrancaron a todo motor este viernes, con una serie de encuentros entre los que se ubicó el partido de Lanús contra Quilmes, un David y Goliat en toda regla que se jugó en el sur de Buenos Aires, en terreno granate. La derrota por 110 a 72 fue categórica para Quilmes, que tendrá una nueva chance para revertir las cosas el próximo domingo.

Un repleto Antonio Rotilli recibió al Tricolor para el primer cruce por los cuartos de final, en una serie que es al mejor de cinco partidos. De antemano, a los de Luis Fernández se les hizo saber que la cosa no iba a ser nada fácil: Lanús llegó a la postemporada después de una intachable fase regular, con 25 triunfos y nada más que 7 caídas.

El Cervecero, por su parte, dejó atrás una agotadora temporada con un récord de 16-16: acaso la mejor noticia para los marplatenses fue el regreso al José Martínez, lugar en el que hasta ahora tan solo registran una caída, justamente ante Lanús. Pero la ilusión está en que en Mar del Plata se vivió el partido más equilibrado entre ambos en el último tiempo, con un 77-74 que se llevó Lanús con lo justo.

Las cosas no fueron nada alentadoras para los nueve de Quilmes, que desde el primer cuarto se vieron abajo ante los doce de Lanús —la cantidad de jugadores en planilla ilustró también la diferencia de jerarquía—. Se jugó bajo el ritmo del local, que supo lastimar en el primer cuarto con los triples (3/5): a falta de 2 minutos para finalizar el primer cuarto, la cosa estaba 21-11. Aparecieron allí Verbauwede y Ruiz con algunas penetraciones en la pintura para culminar 25-16 en los primeros 10'.

Al margen de un efectivo segundo cuarto de Quilmes, que desempolvó las bombas (5/13) para poner la historia 32-25, enseguida apareció el base Andrés Lugli —doble dígito en toda la fase regular en lo que respecta a puntos y 6 asistencias por partido— para ordenar las cosas. Con el goleo afilado y un categórico 55% en tiros de 3 (16/29) para los locales, el descanso largo encontró al partido 53-39 en favor del Granate.

El tercer cuarto no encontró con menos ritmo a los de Sebastián Saborido, que salieron del vestuario tocados por la varita en los triples (7/8), haciendo alarde de una efectividad que atravesó todo el partido. En dos minutos, los del sur porteño lograron un parcial de 11-3 y Luis Fernández pidió tiempo muerto casi que por obligación. No había caso: la rotación de Lanús no dejó siquiera margen de maniobra y el partido quedó sentenciado con un 90-56.

Para los diez minutos ceremoniales, en un último cuarto que ya pareció un exceso, Fernández ensayó un mix entre quienes redondean más minutos y los suplentes, ya pensando en el segundo juego que será el domingo en el mismo Antonio Rotilli a las 20:30. Sin reparos, Lanús contentó a su gente superando los 100 puntos y dejó las cosas 110-72.

Fue dura la derrota en el primer chico, pero la buena para el Tricolor será la posibilidad de contar con Agustín Ecker, que tuvo una fuerte contractura en el segundo juego de la Reclasificación ante Hispano Americano y se perdió el partido del viernes. Pase lo que pase el domingo, los marplatenses harán de locales en el José Martínez el próximo miércoles 1 de mayo.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

Lanús (110): A. Lugli 16, J. Ríos 16, L. Capponi 13, J. Scacchi 8 y F. Alorda 11 (FI). D. Patterson 16, M. Gago 7, L. Di Muccio 9, M. Franchino 5, F. Castiarena 1, V. Campano 3, A. Sánchez 5. DT: Sebastián Saborido.

Quilmes (72): L. Cequeira 8, J. Ruiz 9, L. Fernández 15, E. Giménez 4 y T. Verbauwede 13 (FI). R. Acuña 9, T. Ghietti 5, G. Sala 2, L. Luna 5. DT: Luis Fernández.

Estadio: “Antonio Rotili”, de Lanús.
Árbitros: Pedro Hoyo, Maximiliano Cáceres y Martín Pietromónaco.
Parciales: 25-16, 53-39 y 90-56.