“Salimos con lo puesto, en bata, cuando se cayó todo el paredón y el living donde un rato antes habíamos comido”

El dueño de la casa que sufrió un derrumbe parcial por efectos de una obra en construcción lindera dijo a Radio Brisas que había advertido tanto al dueño del edificio en ejecución como a la municipalidad sobre daños que estaba recibiendo su vivienda.

“Si ocurría a las 2 o 3 de la mañana no sé lo que pasaba”, dijo Leonardo, profesional contable, que con su esposa y su hija de 10 años decidieron abandonar el domicilio poco después de las 22, luego de que aparecieran las primeras grietas importantes en paredes y techos de planta alta, donde tiene las habitaciones y se preparaban para dormir.

“Era como una película”, comparó sobre el impacto que advirtió en distintos puntos de la estructura hasta que se cayó la medianera que linda con la obra vecina, donde se construirá un edificio de departamentos, donde todavía transitan etapa de excavación y cimientos.

“La pileta, donde mi nena había estado jugando con mi amiga un rato antes, quedó llena de escombros”, reflejó sobre otra imagen que lleva a pensar la tragedia que se pudo haber dado si el derrumbe ocurría en otro momento del día.

Leonardo explicó a Radio Brisas que hace tiempo comenzó a advertir rajaduras en la medianera de su casa, ubicada en Arenales al 3300, en coincidencia con el inicio de demolición de la casa vecina, donde ahora se levantaría un edificio.

“Desconozco si Obras Privadas hizo alguna inspección”, contó sobre el derrotero que siguió desde aquellas primeras grietas, cuando intentó advertir a los responsables de la obra vecina como a autoridades municipales.

Anoche dice que salió con una bata, porque recién se terminaba de duchar, al ver que se partía la pared y cedía el techo. Con su mujer y su hija, ya afuera, vieron cuando se desplomó esa medianera sobre la planta baja, donde está el living en el que habían cenado un rato antes.

Contó que vinieron personal de Defensa Civil y de Bomberos, que hicieron un relevamiento del lugar. “Vino el dueño de la obra que nunca me había atendido”, dijo, muy molesto frente a una situación que cree que se pudo haber evitado.

No hubo lesionados. Su hija, producto de la situación, debió ser asistida por un equipo de emergencias médicas debido a una crisis nerviosa. “Faltan los gatos, lo que puede ser otro problema más”, explicó.  

Está además muy molesto con la falta de respuesta del municipio. Dice que fue varias veces y que incluso le llevó escombros que caían cuando comenzaban a ceder partes de la medianera, en coincidencia con la demolición y excavaciones vecinas. “No veo control de la municipalidad y mi sensación es que con ellos parece que vas a hablar con el defensor de la parte”, dijo a Radio Brisas.