Una trabajadora sexual denuncia que fue detenida y agredida injustamente por la policía

Juana, integrante del colectivo travesti-trans, relató ante el móvil de Radio Brisas un episodio de violencia que experimentó este domingo. En conversación con "Beto" Mena, y en el marco de una conferencia que brindó junto a sus compañeras, aseguró que las situaciones de maltrato son habituales y mucho peores en el caso de trabajadoras extranjeras.

Según su relato, ese día se encontraba en las inmediaciones de la vieja terminal, cuando detectó la presencia de un vehículo policial: "Tuve miedo y creí que era la Patrulla Municipal, por eso mi herramienta siempre es hipervisibilizar y filmarlos para tener pruebas. Pero no me di cuenta que no era una patrulla municipal, sino bonaerense", contó.

"Cuando yo los filmé, me empezaron a decir que lo que estaba haciendo era un delito, cosa que no es verdad, porque desgraciadamente es la única herramienta que tengo para protegerme de la policía. Me pidieron que me registre y cuestioné cuál era la necesidad, si no estaba haciendo nada malo", añadió.

Además, Juana afirmó que los efectivos "se bajaron muy agresivamente de la camioneta y yo me asusté, me puse nerviosa y salí corriendo. Fueron el no querer registrarse y la resistencia a la autoridad razones suficientes para que me corrieran y maniataran".

"Vino una policía, me tomó del cuello y me dejó un derrame, porque me apretó tan fuerte que casi me asfixia. Yo le decía que por favor parara, que me estaba asfixiando, pero el efectivo que estaba al lado no hacía nada y veía cómo ella me violentaba", indicó.

En ese sentido, comentó que "mientras yo gritaba 'persecución policial, alguien haga algo', había un montón de gente en la esquina y en la puerta de un hotel, pero nadie hacía nada. Me apretaron las muñecas muy fuerte, me metieron en la camioneta sin ningún motivo y me empezaron a tratar de hombre, a cuestionarme qué hacía ahí y luego me empezaron a decir que yo tenía 'algo' o que 'estaba tomando', pero yo no tenía nada".

La trabajadora explicó también que, en el momento de la detención, tenía consigo menos de un gramo de marihuana. Si bien esa cantidad no sería suficiente para aprehenderla por "tenencia de estupefacientes", según su relato, el objetivo de la policía era utilizar esa situación como excusa para apresarla.

En último término, Juana aseguró que situaciones como la que ella atravesó son habituales entre las trabajadoras sexuales, que debieron reorganizar su actividad luego de que la Municipalidad reglamentara la nueva "zona roja". Sin embargo, afirmó también que algunas de sus compañeras viven episodios aún más violentos.

"Yo viví esto, pero soy argentina. A las migrantes las picanean y eso es mucho peor. Es muy grave lo que está pasando, aunque a mí me hicieron una 'ahorcadita'. Soy bastante privilegiada pero, algún día, una que no tenga documento, no va a estar acá", concluyó.