El mate y la torta frita viven su fiesta en Copetonas

Esta combinación perfecta para compartir una tarde entre amigos  en familia, tiene este fin de semana su fiesta en la localidad de Copetonas, una población de 1200 habitantes en el partido de Tres Arroyos. El año pasado unas 20.000 personas participaron del encuentro y se vendieron más de 30.000 tortas fritas.

Ricardo Cincotta, presidente de la comisión organizadora, dialogó con Luz Dubedout y Beto Mena en “Postales de Provincia”: “Esta es su novena edición, al principio fue una fiesta campera que coincidía con el cumpleaños y se hacía como un festejo en el museo y en algunos otros lugares, una fiesta de reunión de pueblo. Se fueron sumando artistas locales y después un poquito más y ya el año pasado fue multitudinaria y se fue sumando la participación de la gente del lugar, en un principio las comisiones de los colegios, el jardín, la comisión de fomento del fútbol, todo lo que son las comisiones de cualquier pueblo , se empezaron a formar una carpa en donde se vendía carne y se hacían tortas fritas , artesanos, emprendedores, gente de afuera y después  se amplió un poco también el parque gastronómico, este año va a haber comida para para celíacos, veganos, comida mexicana y se habilitó un patio cervecero y varios foodtracks. “

La fundación de Copetonas, un 11 de octubre de 1912,  coincide con la llegada del tren, y aunque la suspensión del servicio detuvo el crecimiento del pueblo, su historia siempre está presente. En la antigüa estación funciona el puesto policial, y en las casas alineadas al costado de las vías, otro edificios de esa época albergan al Museo y al Centro Cultural.

Alrededor del pueblo hay varios lugares atractivos para conocer, casi todos relacionados con el río Quequén Salado, que divide los partidos de Tres Arroyos y Coronel Dorrego. La cascada Cifuentes es el salto de agua más alto de la provincia de Buenos Aires, llegando a tener 8 metros de altura. Se puede acceder mediante la ruta Nacional N°3 Km. 532 descendiendo por camino rural, se recorren 4 kilómetros y luego se debe bajar caminando hasta llegar a la cascada.

A 11 kilómetros de Copetonas, en dirección a Oriente se llega a las ruinas de un lugar histórico de la zona.  Conocido por los lugareños como Puente Viejo, es el silencioso testigo de una época de grandes emprendimientos en medio de la llanura bonaerense.  La Usina Hidroeléctrica de Oriente, más bien lo que queda de ella, fue pensada y construida para dar electricidad a una fábrica de cemento que funcionó en los albores del siglo pasado sobre una de las márgenes del río, fue la primera en su tipo en la provincia de Buenos Aires y la tercera en todo el país. La firma Hidroeléctrica del Sud se fundó en 1917. Toda esa estructura, impensada para la época en aquellos lares, se coronaba con una represa de 6 metros de altura y unos 60 de extensión. Gran parte de esa construcción fue barrida como un castillo de naipes por la crecida del río a fines de esa década. A duras penas, la cementera y la usina sobrevivieron y quienes tomaron la posta compraron nuevas máquinas para generar más energía y extraer más cemento natural. En 1922, la hidroeléctrica comenzó a dotar de electricidad a Oriente y Copetonas con el excedente que quedaba de la cementera: el 65% era para la localidad de Coronel Dorrego y el resto para la tresarroyense. Así se mantendría durante unas seis décadas, hasta que una nueva crecida del río en 1981 hiciera imposible seguir con el emprendimiento y finalmente solo quedaran sus ruinas.

Río abajo, en dirección al balneario Marisol, hay otro lugar relacionado con un hombre convertido en leyenda. Su nombre era Felipe Pascual Pacheco, pero es conocido popularmente como El Tigre del Quequén. Nació en 1928, trabajó como peón rural, pero su bravo temperamento lo llevó a tener varias peleas y un par de muertos en su haber. Huyendo de la justicia, el Tigre encontró un escondite perfecto a las orillas del Rio Quequén Salado. Se trata del paraje que hoy conocemos como Cueva del Tigre. Allí pasó un buen tiempo y hay quienes sostienen que como este espacio era muy utilizado como camino natural por los viajeros y sus carretas, Pacheco aprovechaba su paso y cercanía para asaltarlos. Actualmente, el lugar es un paraje turístico ideal que merece la pena tomarse un ratito para frenar, visitarlo y tomarse unos mates contemplando el río y recordando esas historias de bandidos rurales.

La tranquilidad de la vida de pueblo ha conquistado a gente como Ricardo, que un día decidió dejar su lugar de origen y radicarse aquí : “Yo soy de San Martín de los Andes. Era un lugar muy tranquilo pero fue creciendo mucho y adquiriendo los vicios de una gran ciudad. Yo extrañaba esa cosa de pueblo, eso de caminar tranquilo por la calle,  que tus hijos estén tranquilos y eso allí ya no se vive más. Nosotros vivíamos en un motorhome en nuestro terreno y teníamos ganas de irnos a un lugar tranquilo, empezamos a ver por internet en plena pandemia qué lugares podíamos encontrar. Nos gustaba un poco irnos a la costa y vimos que Copetonas era un lugar familiar, empezamos a averiguar y bueno, llamamos por teléfono y justo nos atendió Sergio Baldini, que hoy es el delegado y él tenía un loteo acá , compramos el terreno, él mismo nos hizo la casa y a los cuatro meses  ya estábamos viviendo acá. La verdad es que las puertas de tu casa siempre están abiertas, tus hijos se van en bicicleta al colegio y tenés esa tranquilidad que no la sentís hasta que no la vivís.”

La fiesta se desarrolla este sábado y domingo en un predio al aire libre con distintos números musicales. En la primera jornada actuaron entre otros Rurales de la Danza, Qispy Kay, Trío Folklórico, Zumba y 0km (una banda histórica de Copetonas que hace muchos años que no tocaban). El festival comenzó con el “Himno al Mate y la Torta Frita” compuesto por Pablo Carrera, un músico de Tres Arroyos. Este domingo actúan Kumbia Kids, el taller de tango, Lucas Oviedo (cantor de Reta que brilló en La Voz Argentina) y la multi instrumentista Claudia Lomeña. Siempre se trata de darle espacio a los valores de la zona. “Se buscó apoyar al artista que labura y que necesita mostrarse. Con lo difícil que está todo, priorizamos darle apoyo a nuestra gente más que traer a un artista nacional con el gasto que significa” , destacó Cincotta.