Todo un pueblo, ya lo ves: cazadores de historias

“Dicen que viajando se fortalece el corazón…” canta Litto Nebbia en una de sus canciones más populares, y tal vez esa frase sea el lema que ha llevado desde hace años a Samanta Camgrós y Matías  Inchaurrondo, una pareja marplatense, a recorrer la provincia de Buenos Aires, buscando esos lugares olvidados, viajando por caminos donde se esconden miles de historias para contar.

En diálogo con POSTALES DE PROVINCIA, Samanta contó como nació el proyecto:  “Esto surgió casi a la par de que nos pusimos de novios.  O sea, empezamos en el 2013 y al año, año y medio fuimos de vacaciones a Epecuén, un pueblito que se inundó hace como treinta años. Fuimos ahí, vimos las ruinas, hicimos noche en Carhué y nos empezó a gustar esto de hacer ruta pero por la provincia, por los lugares de los que generalmente te dicen ¿ qué fuiste hacer ahí? Esos pueblitos chicos nos despertaron una curiosidad muy grande y después se tornaron un hobby y después comenzamos a coleccionar fotos, investigar historia y después se fue dando cada vez algo más grande. Hasta que en un momento dijimos, bueno, ya que tenemos tanto guardado y nos gusta tanto vamos a empezar a publicarlo o hacer algo con eso para que la gente lo conozca. El primer viaje lo hicimos con un Suzuki Fan que lo tenemos hace como diez u once años, es el mismo auto con el que hemos recorrido todos estos lugares, es un auto chiquitito pero la verdad que no sé por qué nunca nos dejó pata, es un milagro. Cuando podemos, la idea es en cada salida a hacer lo más posible, para no tener que viajar tanto porque es bastante complicado, entonces filmamos, sacamos fotos, de ahí hacemos stock y después vamos publicando, la idea es un vídeo por semana después también tenemos un Instagram, una página de facebook y más que nada el último año un canal en YouTube que empezó a crecer mucho ( Todo un pueblo, ya lo ves ).”

 Cuando uno habla de turismo, seguramente lo primero que aparece son los lugares más conocidos, más difundidos, pero ellos nos hacen ver que en cada rincón de nuestra geografía, sin tener que hacer recorridos extensos y costosos, se puede disfrutar de cada viaje. “ La idea es cubrir la provincia entera, que es un montón. Y para abaratar costos, normalmente hacemos base en una ciudad, y de ahí nos movemos a relevar, le llamamos relevar a recorrer pueblos, parajes, nos gustan mucho las escuelas rurales, tenemos una cuenta de Instagram de escuelas rurales de la provincia, es muy interesante el tema de las historias de escuelas rurales. Al principio cuando viajábamos no teníamos ni noción de lo que íbamos a encontrar, si no te cruzas a nadie es muy difícil despejar las dudas de si hubo un club, si hubo un almacén, si hubo correo y demás, lo que nos facilita un montón la información ahora es el Facebook, tenemos un Facebook que ya se fue haciendo bastante grandecito entonces vamos subiendo por zona. Y a medida que va subiendo, la gente de la zona ya va anticipando de que ahí está por venir mi pueblo y se ocupan un montón pasando datos porque por ahí subimos una foto de una construcción que no sabemos qué es y en la misma foto ponemos por favor ayúdennos a saber qué funcionaba en este lugar y la gente muy amablemente se entusiasma mucho en responder con la historia.”

Matías cuenta como se puede llevar adelante un proyecto tan ambicioso, aún en tiempos económicante complicados: “Para parar, a veces te dan una casita o tenés un camping y los precios son comparativamente mucho más accesibles que en las grandes ciudades y la idea siempre cuando vamos es salir muy temprano a la mañana hasta llegar la noche, estar horas y horas filmando y hacer en una semana quince videos, por ejemplo, hacer rendir ese viaje para no tener que hacer tantos viajes. Le metemos mucha garra, hacemos toda la edición nosotros, la música también es propia.  Como soy un músico autodidacta, veo como ir climatizando los vídeos y según lo que vaya ocurriendo, poner un poquito de música.”

Hay cientos, miles de historias curiosas, otras con un dejo de tristeza por el esplendor que tenían algunos lugares de los que solo quedan recuerdos. Entre tantas, samanta rescata un casamiento muy particular que tiene que ver con el amor a la tierra de uno: “ Muchos viajeros van a Larramendy ( Partido de Pehuajó ) porque es muy llamativa esa estructura tan grande abandonada en el miedo del campo, una iglesia gigante abandonada. Pehuajó es un partido como Trenque Lauquen, Carlos Tejedor o Carlos Casares que han sufrido muchas inundaciones. Es una zona baja, corren varios arroyos y ríos y se ha inundado muchas veces y Larramendy no fue la excepción y esa iglesia estuvo aislada solita prácticamente como si estuviese flotando en medio del agua. En la década del noventa fue bajando el agua y la gente se pudo acercar. Habían quedado los bancos adentro, un montón de cosas de valor ya por el estado del edificio, el mismo municipio retiró todo. Y hoy en día uno la ve toda despojada, lamentablemente porque ya tampoco queda población en el lugar, la estación de tren que funcionaban en el paraje tuvo que cerrarse. Nosotros en el video mostramos la iglesia, lo que quedó hoy por dentro y hubo un dato de color: hace unos dos años, un matrimonio que se crio en el paraje tenía el anhelo de casarse en esa iglesia. Y bueno, lo lograron, consiguieron que el cura de la ciudad se acercara al lugar, todas las familias fueran al lugar, hicieron la ceremonia al mediodía en la iglesia abandonada, que por un rato volvió a cobrar vida. “

Como suele ocurrir con aquellos que prorizan la concreción de un sueño a la comodidad de un trabajo estable, Matías y Samanta eligieron convertir esa idea en un modo de vida y compartirlo con los demás. “Los dos somos licenciados en turismo, nos conocimos trabajando en el área de turismo en el municipio. Este proyecto cada vez se fue haciendo más grande y cada vez fue tomando más importancia a la hora de decidir nuestro futuro, hemos cambiado de áreas en el municipio mismo por un tema de tener más libertad de tiempos para poder viajar más, hasta que llegó hace dos años tomamos la decisión de renunciar directamente para tener incluso más tiempo y aparte porque ya teníamos otro sustento económico para poder seguir haciendo esa actividad. A partir de allí estamos dedicándonos mucho a esto, más que nada el canal de Youtube y tratamos de viajar aproximadamente cada mes y medio, dos meses. Nos tomamos una semanita. Ya hemos acumulamos muchos videos y los editamos después en casa y los publicamos.”

Samanta tiene una devoción especial por las escuelas de campo. “Es muy curioso todo lo que tiene que ver con las escuelas rurales, a mí particularmente me apasiona porque es como encontrar un tesoro en el medio de la nada y vos decís no puede ser que esto tenga vida, tenga actividad, vienen docentes hasta, no se ven casitas en los alrededores, pero sí en los campos, que se acercan hasta acá para que los chicos vengan a estudiar. En octubre estuvimos haciendo base en Rauch y decidimos recorrer la ruta 30, que es la que va hacia Las Flores, con la idea de ir capturando las cosas que veíamos, algunas escuelas, sabíamos de un viejo almacén que después nos topamos con la sorpresa de lo compró una familia y que lo va a reabrir.  Y por ejemplo, en la Escuela 34, abandonada en medio del campo, dos ex alumnos nos contaron que al comienzo se daba clase en vagones de tranvía que salían de circulación en la ciudad de Buenos Aires, algo que se repitió en otros parajes.”

Cada viaje es como abrir un cofre donde no se sabe que tesoro se puede encontrar, como por ejemplo, un Museo de Malvinas en medio del campo: “Uno se sube al auto con una idea y a veces el día te va ayudando digamos con estas cositas mágicas que te van sorprendiendo. Hace poquito fuimos a un paraje cerca de Coronel Pringles, que se llama La Paloma, ese video todavía no salió. Allí hay un almacén abandonado y una escuela que llegó a estar cerrada. Una familia en el año 2011 más o menos se fue a vivir ahí y terminó instalando un museo tradicionalista, un poco de las tradiciones de la pampa húmeda, de la cultura argentina y después en los últimos años hicieron un Museo de Malvinas y terminó siendo en el país una de las dos o tres sedes más importantes para los ex combatientes de Malvinas como punto de encuentro, o sea, una simple familia en un paraje solitario hizo algo enorme.”

Estos lugares y su gente les ha permitido ver como hay realidades sociales totalmente contrapuestas conviviendo en pocos kilómetros a la redonda. Según Matías: “ También tiene que ver con la economía sustentable, ellos se mantienen, crían a las gallinas, las ovejas, todos los animales, producen todos ellos mismos y te encontrás familias con chicos muy chiquitos y te van contando cómo viven, que es otro planeta, que uno realmente no conoce. Apenas a unos doscientos kilómetros de acá hay gente que tiene una realidad totalmente distinta a la de uno, que es totalmente incomprensible para lo que uno vivió. Y eso está bueno verlo y también mostrarlo si se puede. Por ejemplo, también fuimos a un paraje que se llama La Sortija, que era un pueblo ferroviario y también quedó prácticamente abandonado y nos atendió el casi único habitante que vive ahí, nos hizo una especie de visita guiada por el pueblo, así de esas historias hay miles. También hemos encontrado algún ex ferroviario que se ha puesto a llorar cuando nos contaba cómo era vivir en el pueblo y que aunque se quedó sin trabajo siguió viviendo igual en el pueblo, que por ahí en su momento tuvo mil habitantes y ahora tiene cincuenta. Muchos pueblos quedaron reducidos al cinco por ciento de lo que eran en habitantes y el resto son taperas o calles que desaparecieron. Si uno ve el mapa de la provincia es una cantidad gigante de puntitos que son pueblos, que eran como semillas que germinaron apenas pero no pudieron crecer. Podría haber habido muchísimas más ciudades en provincia pero eso quedó trunco cuando cerró el ferrocarril.”

Es evidente que los habitantes de esos pequeños poblados viven a un ritmo totalmente diferente. ”Nosotros podemos hacer la observación de alguien que vive en la ciudad, es algo subjetivo pero en principio creo que la palabra para definirlos es pureza o inocencia en el buen sentido. Como que hay cosas o cargas negativas, o de ambiciones que ellos no tienen. Por ejemplo te invitan, no está ese miedo o desconfianza que nosotros tenemos en la ciudad, te hacen pasar automáticamente a su casa, te ofrecen un mate y el mismo hablar con esa persona, te das cuenta que hay algo que es distinto, que no se puede describir, no sé bien que es pero es totalmente distinto. No sé qué pasaría si de pronto se urbanizaran esos lugares, como les cambiaría la vida. Es algo que me causa mucha gracia, la otra vez hablábamos en un paraje de Carlos Casares, una localidad que es relativamente chica si la vamos a comparar con el tránsito o el ruido que puede llegar a tener Mar del Plata. Y estábamos hablando con un señor que vive en un paraje y dice: No, yo cada vez que tengo que ir al médico o para algún trámite a la la ciudad, me quiero volver enseguida, no soporto el tránsito.”

Viejos almacenes de ramos generales, hoteles de pueblos perdidos que ya no esperan pasajeros, estaciones de tren en ruinas, hombres y mujeres que recuerdan el pasado con melancolía, todas esas historias van quedando guardadas para siempre en sus videos.Matías y Samanta ya han recorrido casi un 70 por ciento del territorio bonaerense pero queda muchísimo todavía por descubrir, “pues andar nuevos caminos te hace olvidar del anterior.”

Canal de Youtube: Todo un pueblo, ya lo ves

IG: @todounpueblo 

Facebook: Todo un pueblo

IG de escuelas rurales: @escuelasruralesbonaerenses