Un mundo sin reglas

Decir que el mundo está atravesando un momento de profunda convulsión es una obviedad. Alcanza con ver los múltiples conflictos bélicos, disputas territoriales, religiosas y económicas como para llegar a esa conclusión.

Sin embargo, existe un elemento diferencial en respecto de las guerras de este siglo con las del siglo pasado: no hay reglas.

¿De qué hablamos cuando hablamos de un mundo sin reglas? Detengamonos en algunos episodios de la última semana. El pasado 7 de abril, se cumplieron 6 meses de los atentados terroristas de Hamas en Israel que desató una ofensiva militar letal en la Franja de Gaza.

La respuesta de Israel lleva a más de 30 mil civiles muertos, decenas de miles de niños sin familia y una población al borde de la hambruna, es decir, hombres, mujeres y sobre todos niños que no están con Hamas ni son responsables de nada de lo que ocurre entre los dos países.

Como si fuera poco, en Gaza no están a salvo ni periodistas ni los integrantes de las organizaciones humanitarias como Cruz Roja o Médicos Sin Fronteras que han sufrido bajas sensibles que explican el nuevo contexto de violencia global en el que no se salva nadie. Este es el primer síntoma de la falta de códigos de este siglo.

Por otro lado, bastante lejos de la Franja de Gaza, hubo otro hecho de gravedad ocurrida en la ciudad de Quito. La capital de Ecuador protagonizó una notoria violación a la inmunidad diplomática y la soberanía territorial cuando el gobierno de Daniel Noboa decidió mandar a las fuerzas militares y de seguridad a sacar por la fuerza a Jorge Glas, ex vicepresidente ecuatoriano de la embajada de México. 

Glas fue el vice de Rafael Correa y está condenado por corrupción en la causa de Odebretch. Desde el momento de su detención, el correísmo denuncia que es víctima de persecución política como parte de plan de ofensiva contra este movimiento y el propio ex presidente desde que dejó el gobierno.  Sin ir más lejos, el propio Correa está en Bruselas sin posibilidad de retorno a su país.

No obstante ello, Glas había recibido el carácter de asilado político en México y estaba la espera de un salvoconducto para salir del país. Esto no ocurrió porque el gobierno ecuatoriano entro por la fuerza en un territorio de otro país, un antecedente tremendo del que muchos países deberían estar preocupados, por ejemplo, Argentina que tiene a 6 opositores venezolanos perseguidos por el régimen de Maduro en la embajada en Caracas.

Violar la soberanía de otro país irrumpiendo en una sede diplomática es algo que ni siquiera hicieron las dictaduras de Videla y Pinochet. Son muchos los opositores a esos regímenes autoritarios que pudieron refugiarse en las embajadas.

En efecto, este modelo de bukelización en donde no hay respeto a las normas mientras los dirigentes pasan su tiempo construyendo su perfil en las redes sociales. Escenas de un mundo que hace poco pensábamos distópico, pero que hoy no es que la cruda realidad.

Imagen ilustrativa generada con IA