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POSTALES DE PROVINCIA

Pisadas milenarias en la arena y un bosque encantado: los tesoros de Pehuen Có

sábado 13 de enero de 2024
Pisadas milenarias en la arena y un bosque encantado: los tesoros de Pehuen Có

Pehuen Có es una localidad balnearia dentro del partido de Coronel Rosales, al sur de la Provincia de Buenos Aires. Se encuentra entre Bahía Blanca y Monte Hermoso, a 68 km de Punta Alta.  Por estas tierras pasó allá por 1832, el naturalista inglés Charles Darwin, en busca de restos fósiles y nuevos especímenes de flora y fauna. Aguas cálidas, médanos y mucho verde son la carta de presentación del lugar, que nació del sueño de una familia de la zona.

Juan Cruz Cabrera es el encargado de la Oficina de Turismo del lugar y en diálogo con “Postales de Provincia” contó sobre los orígenes del lugar. “La fundación oficial se da en el año 1948, aunque ya desde años antes, la familia González Martínez venía de la estancia al Palomar, que está a unos ocho kilómetros de acá, primero en carreta con caballos, después con algún vehículo, y fueron llevando a cabo lo que es Pehuén Co, plantando lo que hoy es el Bosque Encantado, domando los médanos, por así decirlo, y generando las calles, mucho esfuerzo para que hoy podamos disfrutar este lugar que acaba de cumplir 75 años el pasado 16 de diciembre.

El pionero de esta aventura se llamó Avelino González Martínez, y venía en un camión que había comprado y equipado con bancos de madera, para traer a sus conocidos, amigos, familias que instalaban acá, a pasar en lo que llamaban la costa, porque obviamente Pehuén Co no estaba, no existía como pueblo. A partir de ahí, comienza esta historia de gente que comienza a conocer las maravillas de ese lugar y se contagia el entusiasmo.”

Pehuen Co en lengua mapuche se puede traducir como “araucarias y agua“ y justamente son los elementos que le dan magia a un lugar emblemático del balneario, aunque en lugar de los árboles cordilleranos, lo que predominan son los pinos. “El Bosque Encantado era este lugar que se delimitó en el principio, son más de 100 hectáreas, sembradas con pinos, eucaliptus, cipreses, traídos de todo el mundo, para formar un bosque junto al mar. Está en el sector oeste de Pehuén Co, a tres kilómetros del ingreso, y el fundador, intentó replicar el balneario Las Landas, un lugar en Francia que él conoció en un viaje, así que quiso imitar ese paisaje con el bosque encantado frente al mar. Es muy lindo, tiene un vivero municipal también muy reconocido acá en la zona.”

La villa se transforma cada año cuando lleva el verano. “La población estable es de unas 850 personas aproximadamente, cosa que después se multiplica lógicamente por ser un lugar turístico y durante la temporada de verano, pasan por aquí unos 45.000 aproximadamente. La calle Brown es la comercial, se convierte en peatonal de las veinte horas en adelante hasta las dos y media de la mañana aproximadamente. Ahí se concentra la mayoría de los comercios, aunque después hay dispersos por todo el lugar. Y en cuanto a alojamientos, hay de todo tipo y para todos los gustos. Hay hotel, apart hotel, departamentos, cabañas, casas, así que hay un montón de opciones para alojarse.”

Entre todas las viviendas del balneario, hay una que se lleva todas las fotos de los turistas. La Casa Barco fue inaugurada el 27 de Noviembre de 1954, sólo 7 años después de la fundación de Pehuen Co. Emplazada en calle Malvinas Argentinas, entre La Argentina y Av. Fragata Sarmiento, fue construida por Francisco y Antonio Walich, según la idea y el pedido de Luis Antonio Novelli. Novelli era un inmigrante italiano que había llegado a nuestro país a bordo de un barco llamado "Roma", en 1921. Fue militar justo en Puerto Belgrano, muy cerca del lugar, y en homenaje a esta etapa de su vida, realizó la casa con forma de barco, todo hecha en material pero copiando cada detalle. “Es impresionante porque de afuera es un barco perfecto. Es un barco encallado en mitad de cuadra, así como lo dicen. Todos los días llega gente a la oficina de turismo preguntando como llegar al lugar para conocerlo.”

Sin dudas, la joya del lugar es la Reserva Pehuen Co – Monte Hermoso. Se trata de una reserva de singular valor arqueológico y paleontológico, única en la provincia de Buenos Aires. En sus playas podemos encontrar huellas de fauna gigantesca y pisadas humanas que habitaron el ambiente original, formado por un estuario y una gran laguna, que datan de miles de años. Es una área protegida costero marina, creada el 9 de noviembre de 2005, por la Ley Nº 13 394.

La Reserva Natural Pehuen-Co – Monte Hermoso está compuesta por tres áreas, ubicadas en diferentes zonas de la región, que fueron testigos de la vida de hace miles o millones de años.

El Area 1 está compuesta por la “Playa del Barco” y la “Farola Monte Hermoso”. «Playa del Barco» está ubicada a 1 km de Pehuen Có, con huellas de megafauna extinguida (gliptodontes, mastodontes y tigres diente de sable) y de especies actuales; y «Farola Monte Hermoso» (con otras denominaciones en diferentes épocas como «Barrancas de Monte Hermoso» y «Las Rocas»), ubicada a 15 km de Pehuen-Có; en sus acantilados se observan fósiles de vertebrados de entre 3 y 5 millones de años. Fue el lugar en el que entre los años 1832 y 1833 Charles Darwin descubrió y realizó estudios geológicos y paleontológicos.

Ubicada a 1 km al este de Pehuen-Có, se encuentra el Area 2. Bajo la arena de las playas y las dunas se descubrió en 1986 un conjunto de paleocnitas ( huellas y rastros fosilizados de animales prehistóricos) entre las que se puede distinguir pisadas  de gliptodontes, megaterios y variadas aves, especies del pleistoceno tardío (12 000 años). ​ En 2007 se hallaron restos de scelidotherium, especie de perezoso gigante.

Dentro del mismo parque, ya en el vecino partido de Monte Hermoso, a 6 km del centro de la ciudad, se encuentra el “Pisadero”. Es el lugar donde quedaron registradas cientos de pisadas humanas de unos 7000 años. "La Olla I" descubierta en 1983 por Vicente Di Martino, fundador y director del Museo de Ciencias Naturales que lleva su nombre, y "La Olla II", descubierta en 1995, cuando el movimiento de las arenas de la costa lo dejaron a la vista, son los lugares donde se encontraron huesos de animales (lobo marino, guanaco y venado), caracoles marinos, valvas, fragmentos de huevos de ñandú, restos vegetales e instrumentos de piedra, hueso y hasta un objeto de madera decorado, de unos siete mil años de antigüedad.

Al respecto, Juan Cruz aclara: “En cuanto a la forma de visita, nosotros siempre planteamos dos maneras, se puede hacer por su cuenta, por cuenta propia, teniendo en cuenta la marea totalmente baja, la baja mar, y si no, con vistas guías como recomendamos nosotros, es que esas temporadas son miércoles y sábados, son días especializados que te dan una visión más integral de todas las reservas, tienen bien claro dónde están, cómo encontrarlas y demás, pero es una visita imperdible. Las visitas guías por lo general toman dos horas y media tradicionales porque es todo caminata, son dos kilómetros y dos kilómetros vuelta de caminata.

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